Santiago.-El mal de Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica, conocida por unos como parálisis agitante, está clasificada como un trastorno del movimiento de la función cognitiva, de la expresión de las emociones y de la función autónoma puede que aparecer en personas de 40 a 80 anos.
El nombre está dado en honor a su descubridor, el médico británico James Parkinson, en 1817. Según el neurólogo Luis Alvarez, la triada característica de la enfermedad de Parkinson es la rigidez, el temblor en reposo y la bradiquinesia o lentidud de los movimientos.
Otra sintomatología agregada que puede presentar el paciente son la hipomimia facial, sialorrea o aumento de producción de saliva, micrografía, alteraciones e inestabilidad para marcha y postura, una voz suave y monótona o hipofonia, parpadeo infrecuente, una mirada fija, datos depresivos en un 50 por ciento de los pacientes, psicosis de un 6 a un 40 por ciento, trastornos del sueño; alteraciones autonómicas como la hipotención, estreñimiento y sudoración profusa, entre otras sintomatologías.El doctor Alvarez expresa que no todos los síntomas aparecen en todos los pacientes, ya que la evolución y progresión de la enfermedad es muy variable según cada persona. Hay signos que pueden alertar frente a esta enfermedad como son las caídas frecuentes sin causa aparentes en personas de edad avanzada, lentitud en el pensamiento, estreñimiento, pequeñas contracciones musculares aisladas, cambios emocionales, entre otros. Siempre teniendo en cuenta la edad avanzada de la persona.
Se le atribuye a la destrucción, por causas que todavía se desconocen, de las neuronas pigmentadas de la sustancia negra y otros núcleos cerebrales como el Locus ceruleus y el núcleo motor dorsal del Vago, disminuyendo la producción de dopamina.
Existen muchas teorías al respecto, como es causada por el factor genético relacionado a factor ambiental que causa desgastes de las neuronas productoras de dopamina y se pierde el mecanismo protector antioxidante como se observa en el envejeciente. Otras teorías sugieren causas vasculares como los infartos cerebrales, traumatismos, tóxicos, formación de radicales libres.
El diagnóstico es clínico. No existe ninguna prueba de laboratorio o estudio radiológico que permita diagnosticar la enfermedad, aunque algunas empresas de diagnósticos genéticos ofrecen test para la secuenciación de los genes altamente relacionados con la enfermedad.
“La incidencia aproximada es de 15 a 20 casos por cada cien mil habitantes, teniendo en cuenta que la estadística aumenta en relación al aumento de la expectativa de vida, pudiéndose presentar hasta cien casos por cada cien mil habitantes en personas mayores de 70 anos”, expresa el entrevistado.
El tratamiento puede ser medicamentoso y en algunos casos específicos quirúrgico. Existe una amplia gama de medicamentos antiparkinsónicos, además del tratamiento coadyudante de sintomatologías agregadas como la depresión, las disautonomías y la demencia, etc.
El Parkinson es una enfermedad crónica y degenerativa que hasta este momento no tiene cura, pero con un diagnóstico preciso y a tiempo podemos disminuir y en ocasiones estabilizar la progresión de la enfermedad.
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