Este enorme pero cariñoso gran danés, medía 2 metros de largo de la nariz a la cola, 1 metro de los pies a los hombros y parado con sus patas traseras estiradas medía 2,2 metros. 

El famoso can dejó de existir en su casa en Tucson, Arizona (EEUU) donde vivía con su dueño, David Nasser. 

“Con gran tristeza anunciamos que Giant George murió anoche. George falleció en un ambiente tranquilo rodeado de sus seres queridos”, escribió Nasser en su página de Facebook sin decir la causa de muerte, añadiendo que apreciaba el amor y apoyo que le han dado al animal en los últimos años.

Recordemos que Nasser incluso escribió un libro sobre su mascota, llamado “Giant George: La vida con el perro más grande del mundo”. Allí detalló que este singular perro comía 81,6 kilos de comida al mes y tenía un colchón de 2 plazas para dormir, entre otras cosas.

También contó que su menú habitual incluía arroz, comida para perros, pollo, e incluso yogur. El “doglover” relataba en ese entonces que aunque pesaba 45 kilos más que un gran danés promedio, George era bastante normal y disfrutaba de actividades caninas regulares como ladrar al cartero.

George llegó a la vida de Nasser y su esposa, Christine, cuando apenas tenía 7 semanas y fue adoptado de una camada de 13 cachorros.

“Doce se enredaron entre sí, pero nuestros ojos se sintieron atraídos por un perrito de pie, apartado de los demás”, dijo el hombre.

A los 2 años de edad, la mascota ya pesaba 114 kilos y por la sugerencia de un amigo, Nasser postuló a su can al récord Guinness, donde fue reconocido como el perro más grande y alto del mundo.