Por Mercedes Guzmán 

Santiago.-Es posible que usted no se dé cuenta de que está perdiendo la visión hasta que ya es muy tarde. La mitad de las personas con pérdida de la visión por causa del glaucoma no lo saben hasta que el daño en el ojo se torna grave. 

Los síntomas de esta enfermedad no son perceptibles en sus inicios. De acuerdo al sitio familydoctor.org, rara vez, un individuo tendrá un ataque agudo de glaucoma. “En estos casos, el ojo se pone rojo y el dolor es extremadamente fuerte. También pueden ocurrir náusea, vómito y visión borrosa”. 

El glaucoma es una enfermedad que afecta del nervio óptico, el cual produce una disminución de la visión y del campo visual. La doctora Margarita Arbaje Khoury, Oftalmóloga – Cirujana de Catarata y Glaucoma, informa que ésta puede producirse por un aumento de presión intraocular, aunque también puede ser causada con presiones consideradas como normales. 

“También se origina por una falta de llegada de sangre al nervio óptico, por un trauma, por alteraciones en la formación del globo ocular durante el embarazo o por algunos medicamentos como el uso de cortisona por largo tiempo en los pacientes alérgicos”. 

El glaucoma es una enfermedad hereditaria. Por eso todos los familiares cercanos de un paciente con glaucoma deben examinarse. Los diabéticos, hipertensos y personas que padecen migraña, son más propensos a esta patología. 

La población más afectada, suelen ser personas mayores de 40 años ya que a partir de esta edad comienza a subir la presión intraocular. Aunque es una enfermedad que puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Además de la vejez y la herencia, los factores de riesgo para el glaucoma incluyen raza negra, tener la presión de los ojos elevada y la miopía. 

El tratamiento se inicia con gotas que disminuyen la presión intraocular y si ésta no reduce, se recomienda un tratamiento quirúrgico. También puede ser tratado con píldoras, cirugía con láser, cirugía ocular o con una combinación de métodos. 

“Al igual que en el resto del mundo, el glaucoma es la segunda causa de ceguera en República Dominicana, siendo la catarata la primera causa. Pero la catarata produce una ceguera reversible mientras que el glaucoma produce una ceguera irreversible. El dos por ciento de los dominicanos padece de glaucoma y muchos de ellos lo desconocen”, afirma la experta. 

La doctora Arbaje, recomienda llevar una dieta saludable, realizar ejercicios regularmente para evitar padecer de enfermedades como la hipertensión arterial y la diabetes que favorecen el desarrollo del glaucoma. 

Además sugiere una evaluación anual con un especialista de la oftalmología que tome la presión intraocular y observe los nervios ópticos para detectar cualquier alteración y así poder diagnosticar de manera temprana y tratar adecuadamente de evitar la ceguera por glaucoma en nuestro país. 

Generalmente se recomienda un examen completo de los ojos a los 39 años de edad. Después de esto, los exámenes de los ojos deben hacerse cada dos o cuatro años. Después de los 64 años de edad, deben hacerse cada año o cada dos años. 

Avances 

En términos de avances, se han desarrollado una serie de estudios diagnósticos como la campimetría, la taquimetría, las fotos y la tomografía de nervios ópticos entre otros que permiten diagnosticar cada vez más temprano la enfermedad sin que haya hecho estragos en el órgano. El diagnóstico y tratamiento temprano del glaucoma pueden prevenir el daño a las células nerviosas del ojo y también la pérdida de la visión. 

Existen cada vez más gotas que disminuyen la presión intraocular de manera más eficiente para evitar el avance de la enfermedad. Además existen dispositivos valvulares que se colocan mediante cirugía para evitar el aumento de la presión intraocular como las válvulas de Ahmed, de Molteno y el Express, entre otros, que se implantan con mucho éxito. 

Aunque se están realizando estudios genéticos para determinar si una persona podría padecer la enfermedad en un futuro, los expertos no han llegado a conclusiones contundentes, que establezcan con certeza un pronóstico determinante.