Gary Sherrill de Phoenix, Arizona, Estados Unidos, confesó haber matado a su hijo con una hacha, porque creía que era el demonio y temía que se lo comiera.
Sherrill, de 51 años, fue arrestado en la víspera de Año Nuevo, por el sargento Steve Martos acusado por cargo de homicidio premeditado.
Sherrill recogió al niño de 13 años un día antes. La ex-esposa de Sherrill al ver que su hijo no regresaba llamó a la policía.
Cuando los policías llegaron, Sherrill le dijo a la policía inicialmente que el niño no estaba en su casa. pero los agentes le hicieron más preguntas y Sherrill les dejó entrar. fue entonces cuando la policía halló al niño muerto con heridas y cortes en varias partes del cuerpo.
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