La escritora Mary Wollstonecraft, más conocida por Mary Shelley (Londres, 1797-1851) desde que se casó con el poeta Percy Bysshe Shelley, fue una de las figuras más interesantes del Romanticismo británico. Y ello no sólo porque le debemos la creación de ‘Frankenstein o el moderno Prometeo’, mítica novela de terror, sino por su trayectoria y personalidad. Creció en un ambiente ilustrado pues tanto su padre, William Godwin, como su madre fueron relevantes filósofos.
Además y a través de su marido, cuya obra fue responsable de recopilar y publicar, mantuvo amistad con intelectuales como Lord Byron, junto a quien ambos recorrieron media Europa.
Por si ello fuera poco, nos ha legado una apasionante producción literaria propia. La más famosa de sus obras es la citada ‘Frankenstein’ pero, además, escribió otras novelas como ‘Valperga’, ‘El último hombre’ o ‘Falkner’ y un interesante libro de viajes titulado ‘Caminatas en Alemania e Italia’. Por todo ello, la correspondencia que Mary escribió a lo largo de su vida es muy interesante. Y precisamente estos días se han hallado trece cartas suyas que permanecían inéditas. La noticia ha sido difundida por ‘The Guardian’ y, según este diario, el descubrimiento se debe a Nora Crook, profesora emérita de la Universidad Anglia Ruskin y especialista en el periodo romántico. Curiosamente, las misivas no se encontraban en papel sino guardadas en una carpeta de la página web del archivo de Essex.
Crook se hallaba investigando sobre un novelista poco conocido y casualmente encontró las cartas. Éstas van destinadas a Horace Smith y su hija, amigos del matrimonio Shelley, y al parecer ha sido una descendiente de éstos quien las llevó al archivo de Essex, cuyos empleados -sin reparar en su importancia- las habrían digitalizado. En ellas, la autora de ‘Frankenstein’ muestra su preocupación por la educación de su hijo adolescente y otras cuestiones de índole personal pero no alude para nada a su creación literaria.
Las misivas serán publicadas en breve por un diario inglés sobre literatura del Romanticismo que lleva el significativo título ‘Keats-Shelley’. Además, han permitido saber detalles como que la escritora acostumbraba a lacrar su correspondencia con un sello rojo personal.
Vía: ‘ABC’.
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