New York- Por décadas el consumo de productos con altos contenido de azúcar ha sido parte esencial de nuestra dieta. El placentero sabor de los dulces se ha adueñado de nuestro paladar y a pesar del consumo excesivo de carbohidratos que caracteriza nuestro menú hispano, todavía sentimos que debemos premiarnos con otro venenito, perdón quise decir con un postrecito. 

El efecto malévolo y dañino del azúcar ha pasado desapercibido por décadas y todos hemos sido cómplices de silenciar lo que todos nos imaginábamos, esto es que el daño de la ingesta excesiva de azúcar es comparable y en algunos casos peor que el de la ingesta de alimentos salados. 

Bebidas como los jugos con tanta o más azúcar que las bebidas o refrescos han sido bienvenidos por años con la excusa de que contienen vitamina C. La adopción de las sodas en nuestra sociedad quizás es producto de la falsa creencia de que todo lo que viene de Estados Unidos es bueno. 

Vemos en nuestros pueblos como los "riquitos “exhiben orgullosos sus Coca-colas, que es el complemento por excelencia de una comida sabrosa pero llena de azucares y sobrecargada de calorías. Pero vamos al grano. 

Que tan malos pueden ser los " alimentos" dulces?. Uno de los estudios más prestigiosos llamado NHANES por su siglas en Ingles demostró que el consumo de una soda al día aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas en un 30% y que los americanos consumen más de un 15% de las calorías diarias de productos azucarados. 

La recomendación es que si consumimos 2,000 calorías diarias, que es lo máximo aconsejado, solo un 10 % debía ser por azucares de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. La Asociación Americana del corazón todavía es más estricta, recomendando solo 150 calorías por azucares a los hombres y 100 calorías a las mujeres. 

Creo que sobra el decir que todos, incluyendo un servidor, somos culpables y nuestra ingesta de carbohidratos, harinas y dulces (arroz, pan blanco, pastas, Dulces de todo tipo y color, etc, etc) sobrepasa de manera peligrosa las recomendaciones acertadas de estas prestigiosas entidades de salud. 

Nosotros creemos que es tiempo de crear conciencia sobre el daño terrible del azúcar y de lo más profundo entendemos que debe hacerse una campaña masiva de educación a nuestra sociedad para educarnos sobre el veneno dulce pero letal que constituye la ingesta de productos azucarados.

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