Fefita La Grande, una merenguera típica que rompió los paradigmas de las mujeres dominicanas al abrazar un acordeón desde los 7 años, poniendo a bailar a grandes y chicos. Hace años que espera cual Penélope una estatuilla que le reconozca los méritos que el pueblo ya le ha otorgado escuchando y bailando por décadas su cadencioso merengue.
En esta trigésima versión de los Premios Soberano, estuvo más cerca que nunca, pues contrario a años anteriores se dieron a conocer los nominados, todos meritorios, junto a su nombre estaba el de Sergio Vargas y Cuquín Victoria a quien se le dio la estatuilla, no obstante, el aplauso que retumbó en la Sala Eduardo Brito del Teatro Nacional, al escuchar su nombre junto al de sus competidores fue sin duda la más importante premiación del soberano de todos, el público.
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