Cinco milicianos mueren al oponerse al avance de tanques ucranianos en Slaviansk Moscú inicia nuevas maniobras en la frontera y amenaza con una intervención si hay bajas civiles. Ucrania baraja frenar la operación por el riesgo de invasión
El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha sugerido este jueves que Washington está más cerca de imponer nuevas sanciones a Moscú y ha acusado al Gobierno ruso de desestabilizar y minar el proceso de elecciones previsto en Ucrania para el mes de mayo.
"La ventana para el cambio se está cerrando. Si Rusia elige el camino de rebajar las tensiones, todos lo celebraremos. Pero si no lo hace, el mundo se asegurará de que los costes para Rusia únicamente aumentarán", ha dicho. "Será un error muy caro", ha agregado.
En unas declaraciones inusualmente duras, Kerry ha recalcado que, tal y como ha afirmado el presidente, Barack Obama, durante la jornada, Estados Unidos "está preparado para actuar".
Horas antes, el Pentágono ha reclamado al Gobierno de Rusia que actúe "de forma responsable" y ha lamentado el anuncio de maniobras militares en la frontera con Ucrania por entender que esos ejercicios van en el sentido opuesto a la necesidad de rebajar la tensión en la zona.
Los mandos de la OTAN estiman que Rusia tiene unos 40.000 militares apostados en la frontera y el Gobierno de Moscú mantienen que el contingente está allí desplegado por si es necesario defender a la población rusoparlante, el mismo argumento que usó para justificar la ocupación militar de la península de Crimea antes de su anexión.
Por su parte, Rusia ha pedido a Estados Unidos que obligue al Ejecutivo ucraniano a detener de inmediato las operaciones militares en el este de Ucrania y a retirar las unidades desplegadas a sus bases de origen.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia ha indicado que las conversaciones telefónicas que tenían previsto mantener los ministros de Exteriores ruso y estadounidense, Sergei Lavrov y John Kerry, no se han realizado por "motivos que no dependen de Moscú".
Durante la jornada, el Ministerio del Interior ucraniano ha asegurado que las tropas del Gobierno han matado "hasta a cinco" separatistas prorrusos en la ciudad de Slaviansk, donde los militares también han destruido tres puestos de control levantados de forma ilegal.
La ofensiva se enmarca dentro de la "operación antiterrorista" relanzada esta semana por Kiev y supone la confirmación de los primeros enfrentamientos en la parte norte de Slaviansk, una ciudad situada en la región de Donetsk.
Antes de estos combates, los militares leales a Kiev se habían hecho con un puesto de control al norte de la ciudad. Según periodistas de Reuters, este avance se produjo sin disparos, ya que los separatistas habían abandonado sus posiciones.
NUEVAS MANIOBRAS Rusia inició ayer unas nuevas maniobras militares en la frontera con Ucrania después de que cinco milicianos prorrusos murieran en enfrentamientos armados con tropas ucranianas en Slaviansk durante la operación especial lanzada por Kiev para recuperar el control de esa ciudad, convertida en el bastión de la sublevación prorrusa en el sureste del país.
Al menos dos columnas de carros blindados con soldados de elite ucranianos avanzaron a mediodía sobre la rebelde ciudad y destruyeron tres de los puestos de control levantados por los milicianos prorrusos en todos los accesos rodados a la localidad. Los militares abatieron en combate a cinco milicianos antes de que éstos retrocedieran al interior de la ciudad, donde un nutrido grupo de hombres armados con fusiles de asalto Kalashnikov ocupan desde hace once días varios edificios oficiales y ejercen un control absoluto sobre Slaviansk.
Las fuerzas armadas ucranianas rehusaron perseguir a los prorrusos y rodearon con sus blindados prácticamente toda la localidad.
Poco después, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, anunció el inicio de maniobras y advirtió de que "la maquinaria militar" que ha desplegado Kiev en Slaviansk debe ser parada para evitar "una gran cantidad de muertos y heridos".
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