Santiago.- Las
vitaminas son un conjunto de sustancias que se consideran indispensables para
el buen funcionamiento del organismo, pero el abuso de las mismas, podría
degenerar en diversas enfermedades e incluso la muerte.
La
nutrióloga, Elvia Ulloa, clasifica las vitaminas en dos grandes grupos: las
hidrosolubles (que se disuelven en agua), y las liposolubles (que se disuelven
en aceite). En el grupo de las hidrosolubles incluye la vitamina C, tiamina
(B1), riboflavina (B2), niacina (B3), piridoxina (B6), cianocobalamina (B12),
biotina, acido pantoténico y acido fólico. En las liposolubles están la
vitamina A, D, E y K.
Lo
más recomendable es ingerirlas en los alimentos diarios, pero en algunos casos
es preciso acudir a los suplementos, ya sean naturales o sintéticos, sin
embargo estas no deben usarse caprichosamente, sino que deben ser
diagnosticadas por un profesional.
“Una
persona sana que ingiera una dieta balanceada, rara vez presenta deficiencia de
alguna vitamina, por lo que no necesita tomar ningún suplemento de forma
rutinaria; sin embargo, se recomienda su uso en situaciones muy particulares,
como es el caso de las embarazadas, los niños menores de dos años, y en
enfermedades específicas producto de la carencia de vitaminas o hipovitaminosis”.
Para determinar si hay carencia de vitaminas se debe realizar
una revisión médica, que incluye la evaluación física buscando signos y
síntomas de hipovitaminosis, como por ejemplo: pelo y piel reseca, uñas
quebradizas, inflamación de las encías, úlceras en la boca, cansancio,
dificultad para concentrarse, etc., y la evaluación bioquímica que se realiza
con algunas pruebas de laboratorio, como por ejemplo: hemograma, ferritina
sérica, determinación de vitamina C, B12, entre otras.
En
cuanto a las carencias, la especialista explica que, si hay deficiencia de
vitamina B12, la persona puede presentar anemia, pérdida del apetito,
cansancio, dificultad para concentrarse, piel pálida, diarrea y/o
estreñimiento; pero si la deficiencia es de vitamina A, podría presentarse
sequedad en los ojos, ceguera nocturna, predisposición a infecciones. Algunas
deficiencias vitamínicas pueden causar problemas severos e incluso la muerte.
La
doctora Ulloa, tampoco recomienda la automedicación, tan común en el medio, lo
ideal es que se haga una revisión médica para determinar si es necesario el uso
de suplementos vitamínicos, y si está en condición de salud para tomarlos,
puesto que algunos tienen contraindicaciones.
“Con
respecto a los excesos o hipervitaminosis, al igual que de las deficiencias, van
a depender del tipo de vitamina que esté involucrada, pero regularmente están
relacionadas a las vitaminas liposolubles, que son las que se almacenan en el
cuerpo, ya que las vitaminas hidrosolubles se eliminan diariamente por la orina”.
La
nutrióloga concluye que, si hay un consumo excesivo de vitamina A, podría
presentarse irritabilidad, somnolencia, anorexia, vómitos, perdida del cabello,
aumento de la presión intracraneal, pseudo tumores cerebrales, descamación de
la piel, daño en el hígado, entre otras. Sin embargo, si el exceso es de
vitamina E, se pueden observar dolor abdominal, diarrea, fatiga, presión
arterial alta, daños en el hígado, etc. Al igual que las
deficiencias también pueden causar problemas graves de salud, incluso
la muerte.
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