Santiago.-Aunque
no está definido como una patología, es el estrés el mayor desencadenante de
enfermedades hoy en día, tanto físicas como mentales, llegando incluso a
provocar la muerte.
El psicólogo Manuel Ben de la Centro de Especialidades
Médicas Materno Infantil, explica que el estrés puede provenir de cualquier
situación o pensamiento que lo haga sentir frustrado, furioso o ansioso, sin
embargo aclara que no siempre en negativo.
“En dosis y duración apropiada es normal, porque nos
mantiene a la expectativa, en guardia y atentos. Ese es un modo de estrés
entendible, manejable y necesario. Es el llamado estrés agudo. Pero cuando se
extiende en el tiempo y no tenemos ningún control sobre él, nos controla y se
convierte en un verdadero problema que nos afecta indistintamente, entonces
vivimos un estrés crónico”.
Manuel Ben explica que en
la actualidad es tan común esta reacción del organismo, por los cambios
sucesivos y rápidos que obligan a las personas a adaptarse permanentemente al
nuevo orden que se da en el mundo moderno y sus reglas, desde estar pendiente
al semáforo, hasta
problemas familiares, pérdidas o duelos, problemas económicos y presiones
laborales, constituyéndose en una verdadera máquina de estrés, ya
que todo el entorno genera estrés.
Las situaciones o condiciones consideradas fuentes de
estrés regularmente son las novedosas, las impredecibles, donde no se puede
controlar la situación y cuando parece que es una amenaza para la personalidad,
estilo o forma de ser. Por tanto, el buen observador, puede aprender a evitarlo
o manejarse dentro de lo inevitable.
Es un estado, es una condición que en el presente nos
castiga y que nadie puede escapar de ella. Es posible que por nuestro modo de
vida inducimos el mismo, es decir, nos estresamos con mas facilidad, somos
nuestra propia fabrica de estrés. Otros buscan formula para manejarse con el
ante lo inevitable de condiciones que lo provocan. Son personas capaces de
preveer o discriminar lo que puede estresarlo y utilizar recursos que controlan
el estrés. “Los que viven de manera improvisada, los que se inventan el “ día a
día” , sin planes, sin objetivos u orden son sensibles al estrés crónico”.
El entrevistado explica que las consecuencias del estrés
sobre el ser humano es variada reflejándose primero en la digestión, reflejándose
una alteración en las funciones estomacales e intestinales.
“Por su lado el cerebro se agota tanto por causas del
estrés, que pide algo bueno. Es como si de “tanto fuete” termina
por “tirar la toalla”
y pide un respiro agradable, placentero, y si el sujeto es fumador, lo hará con
profusión, si le gusta el alcohol, se emborracha, si usa algún estimulante, se
droga con más frecuencia y cantidad. En conclusión el estrés crónico te enferma
en lo físico y te altera en lo mental”
En la actualidad existe una gran variedad
de datos experimentales y clínicos que ponen de manifiesto que el estrés, si su
intensidad y duración sobrepasan ciertos límites, puede producir alteraciones
considerables en el cerebro. Éstas incluyen desde
modificaciones más o menos leves y reversibles hasta situaciones en las que
puede haber muerte neuronal.
¿Cómo
evitar el estrés crónico?
El psicólogo
expresa que, el mejor anti-estrés es el apoyo social, integrándose a
grupos sociales de amigos y familiares, vivir experiencias divertidas,
placenteras, “reír, reír, reír… Hay quienes recomiendan hasta ver una película
de comedia por los menos una
o dos veces a la semana”
Otros especialistas,
suelen recomendar los ejercicios respiratorios de relajación como calmante ante
las situaciones de estrés, realizar ejercicios
físicos, mantener una dieta saludable, tener al menos dos
ataques de risas (permite la liberación de endorfinas), mantener un clima
agradable durante el almuerzo, evitando preocupaciones, tomarse un tiempo para
la relajación mediante los juegos de mesas a los cuales se les atribuye la propiedad
de relajar la mente..
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